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Texto resumido por la IA durumis
- En el pasado, había muchos trabajos horribles y peligrosos que hoy en día son difíciles de imaginar, y había personas que hacían trabajos sucios y peligrosos, como limpiadores de vómito, encargados de inodoros y fabricantes de violines.
- Los cazadores de ratas, los trabajadores de las fábricas de cerillas y los deshuesadores tenían que ganarse la vida trabajando en ambientes peligrosos que dañaban su salud.
- Los curtidores, los ordeñadores de serpientes y los resucitadores realizaban trabajos desagradables y peligrosos, que a menudo eran una fuente de ingresos valiosa para los pobres.
En el pasado, existían trabajos terribles y peligrosos que hoy en día son difíciles de imaginar. La falta de tecnología o equipo obligaba a las personas a realizar tareas sucias y peligrosas. Aunque hoy en día es difícil de ver, veremos 15 trabajos desagradables e insalubres que existieron en el pasado.
Limpiador de vómito
En la época romana, los banquetes opulentos con comida y bebida lujosa estaban de moda. Sin embargo, detrás de la atmósfera festiva, se escondía una sombra oscura: el limpiador de vómito. Los romanos, con el estómago lleno, inducían el vómito intencionadamente para poder comer más, y los limpiadores de vómito se encargaban de la limpieza. Este trabajo, que solo de imaginarlo produce náuseas, era aún más terrible teniendo en cuenta las condiciones sanitarias de la época.
Encargado de retrete
En el pasado, los monarcas no iban solos al baño. El encargado de retrete era un confidente que ayudaba al monarca en sus actividades de evacuación. Aunque era una tarea desagradable, también era un trabajo atractivo porque permitía obtener la confianza del monarca. El encargado de retrete era testigo directo de la vida privada del monarca y podía ejercer una gran influencia.
Creador de violines
Hoy en día, las cuerdas de los violines se fabrican con máquinas, pero en el pasado se hacían manualmente con las tripas de las ovejas. Incluso para los artesanos más experimentados, era un trabajo duro que había que realizar en un ambiente maloliente y desagradable. Detrás de la hermosa música del violín se esconde este sacrificio.
Cazador de ratas
En el siglo XIX, las ratas se consideraban culpables de propagar enfermedades. Los cazadores de ratas desempeñaban un papel importante en la protección de las ciudades contra las enfermedades, atrapando ratas en ambientes peligrosos y desagradables. Los cazadores de ratas profesionales también las atrapaban a mano, y los diversos métodos para atrapar ratas ponían en mayor riesgo sus vidas.
Trabajador de una fábrica de cerillas
Los trabajadores de las fábricas de cerillas a menudo se veían afectados por sustancias químicas tóxicas como el fósforo y el azufre. En particular, la "necrosis fósforo" era una enfermedad terrible que hacía que la mandíbula se pudriera y se cayera, inundando de terror a los trabajadores de las fábricas de cerillas. En aquella época, en la que faltaban los equipos de seguridad, las fábricas de cerillas eran un entorno de trabajo peligroso que sacrificaba la salud.
Recolector de huesos
En la época victoriana, los huesos se utilizaban para fabricar collares y otros objetos de adorno. Los recolectores de huesos excavaban tumbas o rebuscaban en cadáveres de animales para obtener huesos. Era una actividad poco ética, pero para los pobres, era una importante fuente de ingresos.
Curtidor
Los curtidores realizaban una tarea repugnante y peligrosa: el tratamiento de las pieles de los animales. Para ablandar las pieles, se utilizaban cal y excrementos de perro, y el hedor y las sustancias nocivas que se producían en este proceso afectaban gravemente a la salud.
Sacaleches de serpientes
El sacaleches de serpientes es una profesión peligrosa que consiste en extraer el veneno de las serpientes, necesario para fabricar el antídoto que se utiliza cuando una persona es mordida por una serpiente. Siempre están expuestos a los ataques de las serpientes, y cualquier error puede tener consecuencias mortales. Los sacaleches de serpientes, que requieren coraje y habilidad, deben tener un profundo conocimiento de las serpientes y un buen juicio.
Resucitador
En el proceso de desarrollo de la medicina del siglo XIX, los resucitadores exhumaban cadáveres de las tumbas para ponerlos a disposición de la investigación científica. Era una actividad ilegal, pero también la realizaban personas motivadas por el afán de contribuir al progreso científico y por el beneficio económico.
Tirador de basura
Los tiradores de basura del Londres victoriano eran personas que obtenían ingresos buscando objetos reutilizables en las alcantarillas. Trabajaban en condiciones insalubres con un alto riesgo de enfermedades, pero para los pobres era un medio de subsistencia importante.
Recolector de lodos
Los recolectores de lodos eran personas que buscaban objetos reutilizables en el barro contaminado de las orillas del Támesis. La mayoría eran niños de entre 8 y 15 años que trabajaban duro en un ambiente peligroso e insalubre.
Deshollinador
Los deshollinadores eran personas que realizaban la peligrosa tarea de limpiar las estrechas chimeneas. La mayoría eran niños que se veían expuestos al humo asfixiante y al peligro de incendios, lo que constituía una grave amenaza para su salud y seguridad.
Recolector de sanguijuelas
En el siglo XIX, la medicina utilizaba un método llamado "sangría" para tratar las enfermedades de los pacientes. Este método requería sanguijuelas, por lo que surgieron los recolectores de sanguijuelas. Era un trabajo desagradable y peligroso, pero existía debido a la necesidad médica de la época.
Recolector de estiércol
Antes de la introducción de los sistemas de alcantarillado modernos, existían los recolectores de estiércol, que se encargaban de eliminar las heces de las personas. Trabajaban de noche en un entorno fétido e insalubre, realizando un trabajo duro.
Enterrador de la peste negra
La peste negra fue una de las plagas más mortíferas de la historia de Europa, causando la muerte de unos 200 millones de personas. Los enterradores de la peste negra eran personas que enterraban a los muertos por la peste negra en fosas comunes, un trabajo peligroso que los exponía constantemente a la amenaza de la muerte.
Conclusión
Hemos revisado los trabajos terribles y peligrosos del pasado que hoy en día son difíciles de imaginar. Esta historia, que nos hace apreciar aún más la comodidad y la seguridad de la sociedad moderna, nos recuerda la necesidad de recordar las dificultades del pasado y esforzarnos por un futuro mejor.