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Creado: 2024-04-12
Creado: 2024-04-12 21:32
La mayoría de las personas sabe que los alimentos quemados son perjudiciales para el cuerpo. Cuando se consumen alimentos quemados, lo que más se menciona es que pueden provocar cáncer, pero en realidad no existen resultados de investigación precisos y es un tema que requiere investigación adicional en el futuro.
Los científicos han descubierto que los alimentos procesados con calor, especialmente los alimentos quemados, producen una sustancia química llamada acrilamida. Un estudio de la Universidad de Estocolmo en 2002 confirmó que la acrilamida se forma cuando los alimentos como las patatas, el pan y las galletas se calientan a más de 120 °C.
Se considera que la acrilamida es peligrosa para los humanos en varios aspectos, y se han llevado a cabo estudios para determinar su impacto en la salud humana.
Se están llevando a cabo estudios sobre el impacto de la acrilamida en las células nerviosas del cuerpo humano y el riesgo de enfermedades neurológicas. Los científicos creen que la acrilamida tiene neurotoxicidad, pero el mecanismo exacto de cómo funciona aún no se ha dilucidado.
Sin embargo, en estudios con animales, la acrilamida ha provocado cáncer, y se ha planteado la hipótesis de que podría atacar las proteínas estructurales dentro de las células nerviosas o dañarlas.
También hay evidencia de que la acrilamida puede estar relacionada con enfermedades neurodegenerativas como la demencia. Sin embargo, posteriormente se descubrió que no era un experimento justo. La cantidad de acrilamida utilizada en los experimentos con animales equivaldría a que una persona consumiera aproximadamente 2 toneladas de acrilamida a la vez. Por lo tanto, aún no se ha llegado a una conclusión definitiva sobre cómo afecta realmente la acrilamida a los humanos.
La relación entre la acrilamida y los niños y las mujeres embarazadas también es uno de los temas de investigación importantes. Según la profesora adjunta Federica Laguzzi del Instituto Karolinska de Suecia, la acrilamida dietética también puede estar relacionada con trastornos del desarrollo neurológico en los niños, y en el caso de las mujeres embarazadas, descubrió una asociación entre la acrilamida y el riesgo de bajo peso al nacer, circunferencia de la cabeza y longitud del bebé.
Pero incluso después de 30 años de ser clasificada como "posiblemente cancerígena", no hay evidencia definitiva de que la acrilamida cause cáncer en los humanos.
En los Países Bajos, hubo un estudio que encontró un mayor riesgo de cáncer de endometrio y cáncer de ovario en mujeres expuestas a niveles más altos de acrilamida, y también encontró una asociación con un mayor riesgo de cáncer de riñón. Sin embargo, aún no está claro si esto es exacto y no ha sido confirmado por otros investigadores fuera de los Países Bajos.
Originalmente, el benzopireno es una sustancia que contiene carbono, una sustancia que se produce cuando cualquier sustancia orgánica se quema, que se encuentra comúnmente en el humo de los automóviles diésel y el humo del tabaco, y es un carcinógeno clasificado como Grupo 1 por la IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer).
La razón por la que se menciona el benzopireno es que se anunció que se detectó benzopireno en las tostadas que los occidentales consumen con frecuencia, pero hasta ahora no se han confirmado casos de cáncer relacionados con las tostadas.
Incluso si el benzopireno ingresa al tracto digestivo, las enzimas lo descomponen en el intestino delgado, y dado que la pared del tracto digestivo se daña y regenera constantemente, la probabilidad de desarrollar cáncer debido al consumo de tostadas es extremadamente baja.
En 2010, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), Comité de Expertos en Aditivos Alimentarios, sugirieron que se necesita más investigación a largo plazo para llegar a una conclusión sobre la relación entre la acrilamida y el cáncer, pero también recomendaron que se reduzcan los niveles de acrilamida en los alimentos.
La industria alimentaria está tomando medidas y realizando esfuerzos para reducir los niveles de acrilamida, y se están realizando investigaciones e invirtiendo recursos para reducir la posibilidad de formación de acrilamida, especialmente en productos a base de trigo. Los granos de trigo acumulan una sustancia llamada asparagina, que está relacionada con la formación de acrilamida.
Por lo tanto, los investigadores han estado trabajando para mejorar este proceso utilizando la tecnología de modificación genética, y como resultado, algunos productos han logrado reducir significativamente el contenido de acrilamida.
Para reducir la ingesta de acrilamida en la vida diaria, se debe tener cuidado al cocinar en casa. Por ejemplo, al hacer papas fritas, remojar las papas cortadas en agua caliente durante 10 minutos puede reducir la formación de acrilamida hasta en un 90%.
Todavía queda un largo camino por recorrer para probar la relación exacta entre la acrilamida y el riesgo de cáncer, y es un tema que requiere investigación continua. Sin embargo, lo importante es que, sobre la base de la información disponible hasta ahora, mantener una dieta saludable y reducir la acrilamida tanto como sea posible puede ser prudente.
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